En la segunda etapa de Hugo Sánchez como director técnico, durante el torneo de verano 2002, la UNAM logró por tercera vez consecutiva acceder a la semifinal, y tenía todo para lograr acceder a la gran final, ya que el encuentro de vuelta sería en Ciudad Universitaria, llegaba mejor colocado en la tabla general, y además tenía la ventaja de haber sacado un empate a cero goles en el Estadio Azteca ante su más odiado rival, segunda equipacion barcelona las Águilas del América.